Asociación Promuseo Casa del Boyero se proyecta a la comunidad de Venecia para salvaguardar manifestación cultural
- Organización cultural de Venecia de San Carlos recibirá próximamente el galardón del Premio Nacional Emilia Prieto Tugores 2020 en su comunidad.
- Pandemia puso en pausa actividades, no obstante, asociación continúa con su proyección y crecimiento de la mano con Trabajo Comunal Universitario, UCR
San José, 28 de mayo de 2021. Ante la actual situación sanitaria del país, funcionarios del Ministerio de Cultura y Juventud viajarán en estos días a Venecia de San Carlos para entregar personalmente a la Asociación Pro Museo Casa del Boyero el galardón del Premio Nacional al Patrimonio Cultural Inmaterial Emilia Prieto 2020.
La Asociación fue creada en 2007, pero es heredera del Comité de Boyeros de Venecia de San Carlos, fundado en 1959, por lo cual, se puede hablar de una amplia trayectoria que inició para organizar el desfile anual de boyeros. Aunque esta sigue siendo una actividad muy importante, su mayor esfuerzo está enfocado en consolidar el Museo Casa del Boyero (fundado en 2016) y, con este, en salvaguardar una manifestación cultural que incluye múltiples expresiones del patrimonio inmaterial costarricense.
“Son muchos años de incentivar la salvaguarda y difusión de las tradiciones, léxico, gastronomía, habilidades y conocimientos de los boyeros por medio de demostraciones, competencias, actos culturales. Todo esto nos motivó a postularnos al premio”, destacó Rodrigo Barboza, presidente de la asociación.
Además del espaldarazo que significa obtener el Premio Nacional al Patrimonio Cultural Inmaterial Emilia Prieto, la labor de la Asociación se apoya en la declaración del boyeo y la carreta costarricense como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, promulgada así por la Unesco en 2005. Además, esta manifestación cultural fue inscrita en 2008 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la misma entidad.
“Cabe destacar que estos reconocimientos respaldan el quehacer y los esfuerzos relacionados con la salvaguardia de la manifestación que emprende la comunidad portadora: boyeros y boyeras, artesanas y artesanos, fabricantes de carretas y yugos, así como otros miembros; pero, aunque estos honores son trascendentales, un orgullo para Costa Rica y un respaldo para la tradición, es gracias al trabajo arduo, constante y comprometido de las comunidades portadoras, que las manifestaciones sobreviven y tienen continuidad a lo largo del tiempo”, destacó Henry Martínez, antropólogo del Centro de Patrimonio Cultural y encargado administrativo del Premio "Emilia Prieto".
El convite, el sesteo y el desfile; una triada para festejar la tradición. La Asociación Pro Museo Casa del Boyero es la encargada de organizar el desfile de boyeros cada primer domingo de febrero, una actividad que conlleva su antesala con “el convite” del viernes y “el sesteo” del sábado previos a este evento. Los preparativos y la organización inician con cuatro meses de anticipo y cada una de ellas tiene una persona dedicada a quien se le reconoce sus aportes a la comunidad de Venecia.
Según Carmen Ulate, secretaria de la Asociación, el convite es una antigua tradición. “Viene de antaño, cuando en las comunidades había alguna actividad importante, el sacerdote junto con otras personas, salían a los pueblitos a invitar a los turnos, bingos o eventos, y en este caso, se invita al desfile de boyeros. Se escogen varias familias de un pueblito y la gente se prepara, se ayudan unos a otros, llegan a dejar pancito para recibir a los visitantes y hay música y comida para todos”, comentó.
El sábado anterior al desfile se realiza en Venecia el sesteo. Consiste en el recibimiento de los boyeros visitantes y sus familias. Esta actividad también proviene de épocas pasadas, cuando los boyeros y sus animales descansaban en algún sitio común luego de una larga jornada, kilómetros recorridos, cuestas, barro y el calor del sol.
“Es una actividad que se rescata de lo que hacían nuestros boyeros de antaño, cuando descansaban para continuar su camino a dejar el café a Puntarenas. En todo lugar de Costa Rica hacían sesteos para recobrar fuerzas debajo de un frondoso árbol, en una plaza o lote”, explicó Ulate.
En Venecia reciben a los boyeros desde temprano en la mañana y ese día hay presentaciones de bailes folclóricos, música con marimba y tríos, exhibición de pinturas, talleres y se comparte deliciosos platillos tradicionales. Los boyeros, por su parte, hacen demostraciones de enyugue y de halar tucas de madera con su yunta. “Es una actividad preciosa, es muy lindo ver cuando descargan los animales y se da el encuentro entre los bueyes”, señaló.
El domingo siguiente es el gran día. Unas 85 yuntas (2020) recorren las calles de Venecia, lo que implica toda una logística previa para la Asociación que debe tramitar y coordinar con la Iglesia Católica, la Cruz Roja y la Fuerza Pública. Según comentó, esta es una actividad muy esperada por los lugareños, así como por los venecianos que ya no viven allí, pero que piden vacaciones para no perderse esa significativa actividad que identifican como relevante para su identidad.
Enseñar sobre boyeo para salvaguardar la manifestación. Antes de la pandemia, la Asociación venía realizando labores educativas. Entre los planes de trabajo siempre mantienen la proyección a la población estudiantil de primaria y secundaria, indicó Ulate.
Visitaban escuelas y colegios con la Carreta Veneciana, pequeña réplica de una carreta real, en la que cargan todo tipo de materiales didácticos como: yugos, yuguetes, cureñas y otros tipos de carretas, hechos a escala por artesanos de la zona. También incluían crucigramas, rompecabezas y dibujos para pintar. Durante la visita a las clases explicaban de forma interactiva a los niños, niñas y jóvenes, cómo se enyugan los bueyes y otros detalles de la manifestación cultural.
Además, recibían visitas de estudiantes, maestros, turistas, asociaciones y otros grupos en el museo. “El Rincón Expositivo” es una muestra de paneles informativos, imágenes ilustrativas del templo de Venecia -patrimonio histórico-arquitectónico-, una carreta con su boyero y el árbol de corteza amarillo, árbol de la región. Allí explican su historia, los personajes involucrados, las partes de la carreta y su importancia.
Luego, el grupo va a los exteriores del museo, donde se encuentra con un boyero, los bueyes y la carreta. Se les explica cómo se enyuga, el vocabulario especial utilizado en esta tarea y como se unen a la carreta. Finalmente, los visitantes pueden dar un paseo en carreta por las calles de Venecia. Actualmente no atienden grupos dadas las circunstancias de salud pública.
El grupo de danza El Huellón de la Carreta, las clases de marimba y los talleres de pintura, también han quedado suspendidos por esta razón, mientras que la Escuela de Boyeo sigue siendo un sueño por consolidar. La idea es que los boyeros de la zona, los propios portadores de la tradición, enseñen a otras personas los saberes que conforman esta manifestación, los que son muy amplios, según recalcó Ulate.
“Que se mantenga y que se pueda transmitir y asimilar el conocimiento; porque el ser boyero no solo implica tener bueyes y pegarlos a la carreta. Los boyeros tienen que saber escoger a los bueyes, cuál animal sirve para ser buey de trabajo o de lucimiento -como decían antes-, que no sean pativueltos, que los cachos tengan una simetría, cómo establecer la relación del boyero con el buey. Tienen que aprender muchas cosas sobre características. Es un proceso que lleva su tiempo, su empeño”, apuntó.
Según explicó, la Escuela de Boyeo tiene la finalidad de salvaguardar las manifestaciones de la cultura boyera, de transmitir a otras generaciones todos estos saberes. “Para que esta tradición no se pierda, porque ya los boyeros son mayores y queremos que los jóvenes tengan ese espíritu, lograr despertar interés principalmente en los niños y que digan, como ya lo he escuchado: yo quiero ser boyero”.
Como sucedió en casi todos los ámbitos, la pandemia obligó a dejar en pausa los proyectos por los cuales fueron reconocidos con el galardón nacional al patrimonio cultural inmaterial, pero esta situación no estancó su crecimiento. Con apoyo del Trabajo Comunal Universitario (TCU) Remembranzas, de la Universidad de Costa Rica, lograron crear su sitio web, impartir charlas virtuales, administrar redes sociales, investigar, trabajar en nuevos y mejores materiales didácticos, diseñar las nuevas instalaciones del museo, así como concursar por fondos públicos para realizar este sueño acuñado por años, entre otras acciones. “Ha sido un apoyo increíble tener el TCU aquí”, reconoció Ulate.
“El museo ha venido a jugar un papel muy importante en la comunidad de Venecia, porque es una comunidad un poco aislada, pero la gente habla de su museo y se han apropiado de él, sobre todo ahora con el apoyo de los estudiantes del TCU que los visitan e investigan, hay mucha anuencia a participar. Es un pueblo de tradiciones muy arraigadas”, concluyó.
Producción: Centro de Patrimonio y Unidad de Comunicación-MCJ / Consecutivo 116/ LLV / 28- 05-2021