Jóvenes de comunidades vulnerables preparan espectáculo que llegará al Teatro Melico Salazar
- Personas jóvenes de Guápiles, San José, La Capri, Centro de Formación Juvenil Zurquí y Parque La Libertad, trabajan junto al director francés Serge Sándor en montaje de la obra “Si nosotros fuéramos ellos”
- La violencia hacia la mujer será el eje central del montaje, que rememora el asesinato de siete mujeres en Alajuelita, basado en el texto teatral “La Cruz”, mezclada con fragmentos de clásicos de Molière
- Innovador proyecto social cuenta con apoyo de la Embajada de Francia y profesionales del teatro de la Universidad Nacional
San José, 31 de mayo de 2022. Lo que inició en 2021 como un proyecto para llevar esperanza y oportunidades a poblaciones desfavorecidas de Costa Rica, está a punto de ver la luz en las tablas del Teatro Popular Melico Salazar. Se trata del proyecto “Teatro y sociedad tras los bastidores de la vida”, el cual utiliza las artes escénicas como vehículo para la inclusión social, y que llevará a escena el espectáculo “Si nosotros fuéramos ellos”.
El proyecto es dirigido por el dramaturgo francés Serge Sándor, que cuenta con amplia experiencia en diversos países en el uso del arte para la integración de las poblaciones más vulnerables de la sociedad, como las personas privadas de libertad o jóvenes en situaciones de riesgo.
La realización de este proyecto es posible con el esfuerzo conjunto del Ministerio de Justicia y Paz, Ministerio de Cultura y Juventud y de la Embajada de Francia en Costa Rica. Además, con la colaboración del Teatro Popular Melico Salazar, el Parque La Libertad, la Universidad Nacional, la Compagnie du Labyrinthe, Rebond’Art y el Instituto Francés de París.
“Estas iniciativas son de mucho interés para el Ministerio de Justicia y Paz y las instituciones involucradas, ya que permiten el fortalecimiento y desarrollo de nuevas habilidades para los jóvenes de los Centros Cívicos por la Paz y del Centro de Formación Juvenil Zurquí. Esta es una gran oportunidad para acercar estas poblaciones al arte, a otras comunidades y a la inserción social”, señaló el viceministro de Paz, Sergio Sevilla.
La iniciativa busca que, a través del teatro, quienes participan en el proyecto puedan expresarse y ver estimuladas sus capacidades sociales, como el ejercicio de la atención sostenida, el mejoramiento del rendimiento escolar y deportivo o la disminución de la violencia social y familiar.
Ernesto Calvo, viceministro de Cultura, expresó que “la Cultura, como elemento que abre espacios de participación e inclusión con jóvenes de poblaciones vulnerables, es indispensable en la formación de la ciudadanía, porque permite sensibilizar a las personas, les ayuda a comprender mejor su entorno e identificar sus capacidades creativas, al tiempo que les invita a potenciar su imaginación. Asimismo, les brinda insumos y herramientas para encaminarse mejor a través de sus proyectos de vida. Precisamente, mediante este proyecto, con el dramaturgo francés Sándor, logramos impactar a decenas de jóvenes que, en muchos casos, estaban teniendo su primer contacto con el arte y la cultura, lo que indudablemente impactará sus vidas positivamente, tanto por su experiencia de trabajo teatral, como por esa sensibilización que los marcará, al igual que a las personas de su entorno más cercano”.
Proceso de la mano con comunidades y profesionales costarricenses
Los primeros talleres que conforman este proyecto, iniciaron en noviembre de 2021 con vecinos de las comunidades de San José, La Capri, Guápiles y jóvenes del Centro de Formación Juvenil Zurquí; los mismos se extienden hasta junio de 2022.
El trabajo se desarrolla con un total de 43 jóvenes y aunque para muchos de ellos este ha sido su primer contacto con las artes escénicas, han estado acompañados por la guía de Sándor y un equipo de profesionales y residentes costarricenses. Para completar el equipo de trabajo, a ellos se les suma un grupo de jóvenes actores de la Escuela de Arte Escénico de la Universidad Nacional (UNA).
Los talleres han sido realizados de manera presencial en cada una de las comunidades involucradas, así como en la UNA y el Parque La Libertad, ubicado en Fátima de Desamparados, donde los participantes han podido escribir diversos textos que serán incorporados a la obra final; principalmente aquellos creados por los menores del Centro de Formación Juvenil Zurquí.
“Para mí el teatro significa libertad y una oportunidad para demostrar que puedo hacer cosas positivas y que estoy descubriendo talentos que no sabía que tenía. Tener la oportunidad de actuar en uno de los teatros más grandes de Costa Rica me hace sentir orgulloso. Esta obra me permite ponerme en el lugar de las mujeres y me hace pensar que tal vez mi hermana o mi mamá pueden haber vivido tantas cosas y que tal vez yo ni me ha dado cuenta”, mencionó “Pedro”, del Centro de Formación Juvenil Zurquí.
Tres jornadas en el Melico rememorarán a las mujeres de La Cruz de Alajuelita
El eje central del espectáculo “Si nosotros fuéramos ellos” está basado en la obra de teatro “La Cruz”, escrita por el dramaturgo costarricense Fernando Rodríguez y que narra el recordado crimen en las montañas de Alajuelita, donde murieron asesinadas siete mujeres, en 1986.
Al texto original, se le sumarán fragmentos de clásicos del dramaturgo, actor y poeta francés, Molière, así como algunos testimonios de mujeres. “La temática girará en torno a la violencia contra la mujer en Costa Rica y en otros lugares. Dada la cantidad de actores, se hará una adaptación para que todos participen de esta aventura artística”, expresó Sándor.
Al equipo artístico se suma el coreógrafo Pablo Caravaca, integrante de la Compañía Nacional de Danza, para trabajar los componentes coreográficos de la pieza. La producción artística estará a cargo de Sonia Suárez Gómez; esta última, además se encarga del diseño de vestuario y escenografía, junto con Gabrio Zappelli, equipo de la escuela de arte escénico de la Universidad Nacional.
“Este proyecto es el fruto de un gran esfuerzo que inició en 2020, continuó con una misión exploratoria en 2021 y finaliza este 2022 en las tablas del Teatro Popular Melico Salazar. Este tipo de colaboraciones entre nuestros países e instituciones logran marcar diferencias para el progreso de nuestras sociedades. Agradecemos a todas las instituciones costarricenses que hacen esto realidad y que lograron poner toda la fuerza del arte al servicio de las personas y al entendimiento entre los ciudadanos”, declaró el representante y encargado de comunicación de la Embajada de Francia en Costa Rica, Gustavo Morales.
El espectáculo “Si nosotras fuéramos ellos”, se presentará el viernes 10 y sábado 11 de junio, a las 8 p.m.; así como el domingo 12 de junio, a las 6 p.m., en el Teatro Popular Melico Salazar. Las entradas se podrán adquirir en el sitio: boleteria.teatromelico.go.cr
Serge Sándor, dramaturgo francés
Posee una larga trayectoria en la escena internacional como actor, escritor, productor y director de obras de teatro en Francia y en América Latina. A través de sus talleres, Sándor -un convencido de que el arte puede otorgar herramientas fundamentales en la vida- tiene como objetivo llevar el teatro a todos los lugares.
“La cultura es un alimento esencial para los seres humanos, pero a algunos no se les permite hacerlo. Entonces debemos ayudarlos para que logren arraigar a un sistema de pensamientos que los impulse a imaginar, a vivir, a luchar, a leer y a soñar”, señaló el director.
Por ello, desde hace más de 30 años, él ha realizado diversos proyectos de creación teatral en entornos difíciles. Su primera experiencia se remonta a 1985, en Ciudad de México, cuando creó el primer espectáculo escrito e interpretado por internos de cárceles y por jóvenes de barrios marginales que habían caído en la delincuencia.
A partir de ahí, Sándor desarrolló nuevas prácticas teatrales en espacios que él denomina “desiertos culturales”, entornos donde la cultura a menudo no llega o está prohibida: barrios marginales, hospitales, escuelas, hogares, centros de educación para menores y cárceles, entre otros. Las prácticas artísticas desarrolladas ayudan a recomponer lazos de solidaridad que, en muchas ocasiones, se traducen en la capacidad de los individuos para creer de nuevo en sí mismos, potencia la disminución de niveles de violencia social y familiar, así como la detección de problemáticas sociales, entre otros.
Unidad de Comunicación - MCJ / Consecutivo 144 / FEM / 31-05-2022