Museo de Arte Costarricense
El MAC cuenta con más de seis mil obras en su colección que incluye pintura, escultura, fotografía y otros de artistas nacionales e internacionales, que datan desde mediados del siglo XIX hasta principios del siglo XXI.
El Museo también realiza programas de extensión por medio de exposiciones itinerantes y exhibiciones con proyección internacional. Estas acciones le han permitido al MAC posicionarse en el medio costarricense y en el extranjero con una visión actualizada y contemporánea.
Visitar el Museo de Arte Costarricense es una experiencia enriquecedora donde podrá descubrir obras de gran valor estético y patrimonial que reflejan distintas épocas y movimientos artísticos que han dejado huella en la plástica costarricense.
Además, el edificio que alberga al MAC es una obra de arte por sí solo que vale la pena admirar. Es un inmueble de estilo neocolonial, que se construyó a finales de los años 30 y fue el primer aeropuerto internacional de Costa Rica.
Museo de Arte Costarricense
HISTORIA
El edificio donde se encuentra el Museo de Arte Costarricense (MAC) funcionó como la antigua terminal del Aeropuerto Internacional de Costa Rica, que se conoció como Aeropuerto La Sabana. Es un inmueble es de estilo neocolonial, lenguaje arquitectónico utilizado con frecuencia durante las primeras décadas del siglo XX. Fue diseñado por el arquitecto José María Barrantes Monge en 1937. La construcción inició un año después bajo la dirección del ingeniero Luis Paulino Jiménez Montealegre. El aeropuerto se inauguró el 7 de abril de 1940, durante la administración de León Cortés Castro, y fue terminal internacional hasta 1955.
Las autoridades gubernamentales conscientes del valor patrimonial del inmueble y del mural del Salón Diplomático, conocido actualmente como Salón Dorado, lo declararon sede permanente del MAC, buscando así su conservación.
Los trabajos de acondicionamiento para inaugurar el MAC iniciaron en noviembre de 1977 y concluyeron a inicios del siguiente año. El Museo de Arte Costarricense se inauguró el 3 de abril de 1978.
Años más tarde, en 1986 el edificio fue declarado bien patrimonial de valor histórico y arquitectónico.
Entre los años 2008 y 2010, el edificio se vio sometido a una restauración parcial, que permitió recuperar el carácter patrimonial del inmueble, así como brindar un mejor aprovechamiento de los espacios de exhibición y condiciones de conservación más adecuadas para las colecciones. Los principales trabajos que se realizaron consistieron en el cambio de las cubiertas (techos), la sustitución total del sistema eléctrico y telefónico y la instalación de sistemas de seguridad. Se restauraron la Torre de Control y la fachada oeste del edificio; se impermeabilizaron las terrazas y se cambiaron los pisos internos, devolviéndole al inmueble su esplendor patrimonial.
El Museo de Arte Costarricense cuenta con varios espacios de exhibición que le permiten al visitante armar su recorrido según sus intereses y disfrutar de cada rincón del Museo de una manera personal.
Salón Dorado:
El Salón Dorado fue el antiguo salón diplomático del aeropuerto internacional y constituye uno de los tesoros artísticos con que cuenta el Museo de Arte Costarricense. Louis Féron, escultor y orfebre de origen francés, fue el encargado de la creación del mural que cubre las paredes del Salón Dorado. La obra de 1940, es un bajo relieve en estuco (fórmula a base de yeso), pintado en color bronce. En 150 m2, el mural sintetiza la historia de Costa Rica desde la época precolombina hasta la década de 1940.
Jardín de Esculturas:
Con la colaboración y el patrocinio de AMARTE (Asociación de Amigos del Arte) se inauguró en el 2003 el Jardín de las Esculturas, espacio que se creó con la finalidad de dotar al Museo de un área para la exhibición de esculturas de tamaño monumental de diversos artistas costarricenses. El diseño del Jardín lo donó el escultor y arquitecto Jorge Jiménez Deredia, quien además colocó su obra “Imagen Cósmica”. Posteriormente se han integrado al jardín otras esculturas como “Tres mujeres caminando” de Francisco Zúñiga, “Arboriforme” de José Sancho y “Cabeza Pensamiento” de Crisanto Badilla. También hay obras escultóricas de la colección del Museo como “El silbador” de Hernán González.
Salas de Exhibición:
El interior del edificio cuenta con una serie de salas de exposición como la nave central, la sala de temporales, ESPACIO 4 y otras áreas de gran valor arquitectónico que permiten al público visitante, no solo disfrutar de las obras de arte que alberga el Museo, sino también de la belleza y de los detalles del edificio.