Acosta expone obra mural del artista costarricense Antonio Chinchilla
- Pieza mural puede apreciarse el sábado 13 y domingo 14 de noviembre de 2021, de 8 a.m. a 3 p.m., en el Salón de Sesiones Concejo Municipal, ubicado detrás del templo católico, en San Ignacio, Acosta
San José, 10 de noviembre de 2021. En el marco de la celebración de los 111 años de la fundación del cantón de Acosta, el gobierno local invita a los costarricenses a la exposición del mural “Raigambre”, del artista acosteño Antonio Chinchilla (1950-2020). La muestra incluye además algunas otras obras artísticas de Chinchilla.
La pieza mural puede apreciarse el sábado 13 y domingo 14 de noviembre de 2021, de 8 a.m. a 3 p.m., en el Salón de Sesiones Concejo Municipal, ubicado detrás del templo católico, en San Ignacio, Acosta.
El Concejo Municipal de Acosta declaró al artista Antonio Chinchilla como hijo predilecto del cantón, en el año 2020.
Según lo define el diccionario de la Real Academia de la Lengua, “Raigambre” es un conjunto de antecedentes, intereses, hábitos o afectos que hacen firme y estable a un sitio y sus habitantes.
“Para el gobierno local de Acosta, es un honor invitar a la comunidad costarricense para que nos acompañen este fin de semana. Antonio Chinchilla fue un artista acosteño que hizo su carrera en México; allá se radicó, pero nunca olvidó su tierra, venía a menudo y también hacía sus obras aquí, para compartirlas con nosotros. Su última obra, casualmente, fue un mural que en ese momento tenemos en esta exposición, además de otras obras que se exponen. El mural expone la evolución histórica del cantón, de la región y del país. Invitamos a todos los costarricenses a que nos visiten y celebren con nosotros este 111 aniversario del cantón”, expresó Norman Hidalgo, alcalde de Acosta.
La pieza mural “Raigambre” está elaborada en la técnica de acrílico sobre lienzo y posee unas dimensiones de 1.70 m. de alto, por 6 m. de ancho. Su año de creación es 2017.
Según informó el municipio, el mural que el público podrá apreciar este fin de semana “torna la mirada al espacio y a los seres humanos de dónde venimos: los Huetares. Están presentes con el barro que moldean sus manos y un gran legado; y más tarde, junto con quienes se les unieron, conforman la familia campesina. La unidad familiar sostenida por la cosecha pronta a recolectar, a la cual van mamá, papá, el niño y hasta el perro; y como emblema, el canasto para café. En su idiosincrasia, ese campesino emerge para cortar con su cuchillo el cosmos, develando una imagen de su tierra hecha de barro, pero ya, impregnada de paisaje, con bruma entre el verde y caminos rojizos alegres. Van surgiendo nuevos elementos: los españoles, con sus soldados y, sin más riquezas -como el oro o esmeraldas-, devienen campesinos. Veneran la tierra y el sustento; dejan sus armaduras para labrar la tierra y colectar sus frutos. Se observa al campesino empuñando el machete, al árbol que se desangra con un mensaje claro de sostenibilidad de la vida. En el delantal, un corazón y sus canales que se inspiran en el recorrido del río Candelaria, de esta zona y como guardián el cerro Caraigres. Sin dejar de lado el capítulo de la Conquista, la época de los desembarques de hombres y mujeres que traían con ellos a la cultura ibérica: su vida cotidiana, su arte, la religión y hasta sus lechugas, vacas y mulas. Gente que, en nombre de su credo, libró luchas, donde hubo muerte. Concluye plasmando el artista su cosmovisión en las edificaciones futuristas, y un par de naves plenas de tecnología en la inmensidad celeste. Hay esperanza en su obra, el lugar donde convergen todas las artes; el teatro a cielo abierto, representa a esta tierra de músicos, escritores y poetas. Como eje, conectando, se observa un flujo en el mural: los tonos celestes, del chal de la abuela convertidos en agua, elemento portador del oxígeno y la vida. Se une con la bandera, entrelazado a un chelo, y sube a la parte superior donde la bandera termina casi como una antorcha en el hacha del campesino. Es un reencontrarse con sus raíces, su ligamen con la historia e identidad enraizado en el pasado, no sólo como región sino como país. El artista plasmó así, su necesidad de volver a la tierra”.
Antonio Chinchilla (1950-2020). Inició sus estudios en artes plásticas en la Escuela Casa del Artista; su talento lo hace merecedor de una beca en México, país que lo acoge y que será su segunda patria. Posteriormente, se especializó en Artes Plásticas en la Real Academia San Fernando, Madrid, España. Más adelante en su carrera, en 1978, realizó la especialidad en Escultura en La Escuela Nacional de Pintura y Escultura en la ciudad de México.
Entre sus exposiciones individuales destacan: 1972, Escuela de Artes Plásticas, Panamá; 1973, Certamen Juvenil Latinoamericano, Guatemala; 1977, Galería de Arte Moderno, Montreal, Canadá; 1978, Moch Couch, Campeche, México; 1979, Asociación Interamericana de la Comunicación, A. C., México, D. F. Semana Cultural de Costa Rica en México; Galería Ger Art, Puebla, México.
En México también ejecutó un mural llamado “Niños Héroes” para la compañía Grolier, en 1978. Además, en Aguascalientes, México, donde residió muchos años, pintó entre otros, un mural para el Municipio de Jesús María en que recoge la historia del pueblo.
Las pinturas de Chinchilla se encuentran en diversas regiones del mundo: Canadá, Estados Unidos, Suramérica, Japón, Tokio e Israel, entre otros países.
Falleció en México en marzo de 2020.
Producción – Unidad de Comunicación - MCJ / Consecutivo 315 / FEM / 10-11-2021