Esferas de piedra del Diquís se someten a proceso de conservación-restauración
- Esferas de piedra precolombinas se ubican en sitio arqueológico Finca 6 y son parte de dos alineamientos únicos
- Proceso de conservación-restauración es requerido para preservar monumentos excepcionales del patrimonio arqueológico de Costa Rica
San José, 18 de marzo de 2020. Desde el pasado 2 de marzo de 2020 y hasta el próximo viernes 20, dos de las cinco esferas precolombinas de piedra, ubicadas en el Museo Sitio de Finca 6, situado en Palmar Sur de Osa, son sometidas a intervenciones de conservación-restauración dirigidas a optimizar su estabilización y lectura, mediante metodologías profesionales de preservación arqueológica, según informó el Museo Nacional de Costa Rica (MNCR).
Las labores se extienden hasta el 27 de marzo, mediante el monitoreo de los trabajos realizados en 2019 en la esfera monumental del sitio arqueológico El Silencio, así como el monitoreo del segmento de empedrado adyacente que se intervino también en 2019.
Tanto el Museo Sitio Finca 6 como El Silencio, forman parte de los Asentamientos Cacicales con Esferas de Piedra del Diquís, declarados Patrimonio Mundial en 2014.
Después de dos temporadas de trabajos in situ (2017-2018), dedicadas a la documentación y diagnóstico, que incluyeron el registro sistemático de las características de roca (color, dureza y absorción de humedad), de sus alteraciones físico-mecánicas, físico-químicas, biológicas y antrópicas (actividad humana), así como del monitoreo de temperatura y humedad ambiental y superficial, se determinó que estos monumentos escultóricos requerían de una intervención directa para estabilizar ciertos sectores vulnerables.
Se trata de las esferas que los arqueólogos denominan A y E, que son parte de los únicos dos alineamientos de esferas de piedra in situ, conservados hasta el momento en el Diquís, al sureste de Costa Rica. Estos monumentos presentan entre 1,75 y 1,58 metros de diámetro, respectivamente.
Las conservación directa e indirecta de las Esferas A y E de Finca 6 representa su tratamiento más contundente; en próximos años las labores se centran en acciones de monitoreo y mantenimiento en periodos de mayor temporalidad, además se iniciará la intervención en otras esferas de los alineamientos.
Trabajos en las esferas en el sitio arqueológico Finca 6
En esta temporada 2020, el equipo interdisciplinario conformado por especialistas del Museo Nacional de Costa Rica (MNCR) y de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (INAH, México), unidos por un acuerdo de cooperación entre ambos países, centran su atención en la conservación y restauración de estas dos esferas del sitio Finca 6, una por cada alineamiento orientado este-oeste.
Datos del MNCR indican que la necesidad de intervenir estas esferas obedece a la degradación y la constante pérdida del material rocoso que la compone, especialmente en la esfera E, cuya corona (parte expuesta) posee un significativo faltante. Los estudios científicos que ha efectuado el Dr. Manuel Espinosa Pesqueira (Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, México), determinaron que la composición de la roca con la que fue tallada conlleva a alteraciones intrínsecas, ya que “su composición de sílice, alumisilicatos y carbonatos contiene arcillas montmorilloniticas que favorecen la desintegración”, explicó la Dra. Isabel Medina González de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía INAH, México.
El trabajo de conservación-restauración en las dos esferas de Finca 6 consiste en desenterrarlas, realizar una documentación fotográfica de inicio de proceso y posteriormente, efectuar intervenciones directas. En primer lugar, se realiza una limpieza no abrasiva tanto en seco como en húmedo de las superficies.
Posteriormente, se efectúan tareas de consolidación, aplicando ribetes y resanes de protección elaborados con morteros a base de cal y arena, lo cual permite detener el avance de ciertas alteraciones, sobre todo de la corona que es la parte que quedará expuesta. “Nuestra intención es protegerlas, siempre preservando los valores únicos y excepcionales, así como la integridad y la autenticidad que las hacen relevantes y significativas como un legado precolombino de las poblaciones antiguas del Diquís. Para ello, es necesario preservar las marcas del tiempo que hacen evidente los cientos de años que tienen de antigüedad”, agregó la Dra. Medina-González.
Los resanes y ribetes son finalmente trabajados en superficie con morteros de pastas coloreadas y reintegración cromática con pigmentos naturales para favorecer su lectura, explicó Medina-González.
El arqueólogo, MsC. Javier Fallas del Departamento de Protección del Patrimonio Cultural del MNCR, explicó que las esferas son intervenidas con materiales compatibles con la composición mineralógica de la roca con la que elaboraron las esferas. “Gracias a las pruebas efectuadas en 2017 y 2018, y sus monitoreos periódicos, sabemos que la mezcla de cal y arena es la más adecuada para intervenir estos monumentos; las proporciones para cada una de las esferas está determinada según la composición de la roca, cuya información se basa en estudios científicos”, amplió el especialista.
Una vez que se concluya el proceso de intervención directa de las esferas, se tomarán algunas medidas de conservación preventiva para favorecer la preservación de los monolitos. La Dra. Medina agregó que “es necesario re-enterrarlas, pues dejarlas completamente expuestas podría acelerar los procesos de alteración que las dañarían de forma irreversible”. El re-enterramiento es una técnica internacionalmente aceptada para favorecer la preservación de bienes arqueológicos in situ; en el caso de las esferas de Finca 6, este proceso consiste en la sustitución de sedimento arcilloso por arena inerte, un proceso que ha probado ser exitoso en el control de humedad y de la acidez en el depósito, así como el control de micro-flora y plantas superiores en superficie.
Investigaciones arqueológicas realizadas por el Departamento de Antropología del MNCR, han determinado que las esferas de piedra de sitio arqueológico Finca 6 datan de hace más de 1000 años.
Como dato curioso, los especialistas concluyen que las cinco esferas de piedra que conforman los únicos dos alineamientos in situ en Finca 6, son representativas de la variabilidad de materiales rocosos con que están hechas la mayoría de las esferas de piedra identificadas en la región.
Monitoreo del sitio El Silencio
Después de que, en el 2019, la esfera y el empedrado del sitio arqueológico El Silencio, fuera sometido a un proceso de conservación-restauración, en este 2020, el equipo de restauradores regresa para monitorear tanto la esfera como el empedrado asociado a ella.
Mediante registros fotográficos, se valorará el comportamiento de las intervenciones realizadas en el 2019. En el caso de la esfera monumental, se realizarán algunas acciones de mantenimiento, inclusive de optimización y de reintegración cromática de las áreas intervenidas en el 2019. Por otra parte, se efectuarán medidas de monitoreo y mantenimiento en los morteros utilizados en el sector expuesto del empedrado, explicó el arqueólogo del MNCR, Javier Fallas.
“El monitoreo y el mantenimiento son estrategias fundamentales en el cuidado del patrimonio arqueológico ya intervenido, ya que aseguran su preservación en el corto, mediano y largo plazo”, agregó Fallas.
Cronología en los estudios y trabajos de conservación-restauración
• 2014. Cuatro sitios precolombinos con esferas de piedra de la zona del Diquís son declarados Patrimonio de la Humanidad por UNESCO. Estos sitios son: Batambal, Grijalba-2, El Silencio y Finca 6; cada uno de ellos presenta valores excepcionales que UNESCO reconoció para elevarles la categoría a nivel mundial.
• 2015-2016. Expertos de Costa Rica y México realizan las primeras visitas diagnósticas en los sitios con esferas de piedra, de cara a un proyecto a largo plazo de restauración y conservación de las esferas de piedra y las estructuras asociadas a ellas en los sitios.
• 2017. El equipo interventor realiza un diagnóstico detallado de las esferas en el sitio Finca 6. Una a una, las esferas fueron re-excavadas con el fin de documentar su estado físico tanto en la superficie superior expuesta como en la parte bajo tierra. Con esta información se conformó un expediente del estado físico de cada una, asimismo se probaron materiales para la toma de decisiones en materia de restauración.
• 2018. Durante cinco semanas, desde 24 de abril y hasta el 23 de mayo, la temporada de campo de conservación se desarrolló en el sitio El Silencio, donde se concentraron los mayores esfuerzos con el fin diagnosticar y estudiar el estado de ésta, la esfera más grande encontrada hasta ahora. En esta temporada, nuevamente se monitoreó el deterioro de las coronas de las cinco esferas que conforman los únicos dos alineamientos in situ en Finca 6; además de las dos esferas situadas en los extremos de la rampa de ingreso del montículo 1.
• 2019. En esta temporada de campo, el equipo de especialistas centró sus labores en el sitio arqueológico El Silencio, sobre todo en la conservación-restauración de la esfera, así como en la re-excavación y estabilización de dos sectores del empedrado anexo; uno de ellos se dejó expuesto para reestablecer la unidad del sitio arqueológico.
• 2020- Los especialistas intervienen las esferas A y E de los dos alineamientos que se encuentran en el sitio arqueológico Finca 6. Además, realizan labores de monitoreo en el empedrado y la esfera ubicada en el sitio El Silencio.
El sitio Museo Finca 6
Junto a Batambal, Grijalba-2 y El Silencio, Finca 6 es un sitio arqueológico declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en junio del 2014.
Está ubicado en un terreno de 10 hectáreas, en donde se estableció una importante aldea durante la época precolombina, cerca del año 800 dC. Según las investigaciones realizadas por los arqueólogos a lo largo de años, inclusive de excavaciones controladas, la aldea tuvo dos montículos artificiales de cantos rodados de entre los 20 y 30 metros de diámetro, sobre los que se construyeron grandes construcciones habitacionales para personas de relevancia sociopolítica en la aldea.
Estas viviendas contaban con rampas de acceso y una de ellas presentó en cada extremo de la rampa, una esfera de 1.10 metros de diámetro, como una forma de señalar la importancia del espacio y de sus ocupantes.
En lo que pudo ser una plaza pública, aún se pueden apreciar las “coronas” de cinco esferas que forman dos alineamientos, estos son los únicos conjuntos que se han conservado hasta la fecha y que permanecen en su sitio original.
El arqueólogo del Museo Nacional, Francisco Corrales, describe un primer conjunto que consta de tres esferas sobre una longitud de 77 metros. El otro presenta dos esferas con una distancia de 11 metros entre sí. Las esculturas fueron colocadas sobre el suelo compactado, miden entre 1,41 y 1,92 metros de diámetro.
El sitio Museo Finca 6 está abierto al público, ubicado a 8 km hacia Sierpe desde el parque de Palmar Sur en Osa.
Información acerca de los sitios con esferas de piedra, los sitios precolombinos y la zona del Diquís en www.diquis.go.cr
Producción – Museo Nacional de Costa Rica
Reproducción - Oficina de Prensa - MCJ / Consecutivo 084 / FEM / 18-03-2020