“Las ganas de vivir las tengo idénticas”, escritora mexicana Ángeles Mastretta
San José, 17 de mayo de 2019. Ángeles Mastretta es una escritora mexicana, que nació en Puebla en el año de 1949. Aunque estudió periodismo, su verdadera vocación fue y ha sido la escritura. Durante sus inicios escribió un libro de poesía y durante su carrera literaria ha publicado relatos cortos y novelas que tratan de la sociedad mexicana de su tiempo y en especial de las mujeres desde un punto de vista de mujeres fuertes y valientes que toman las riendas de su vida y rompen los esquemas de su tiempo y de lo que dicta la sociedad.
Esta escritora que en 1997 ganó el Premio Rómulo Gallegos gracias a su novela Mal de amores y en 2008 y cuya obra “Arráncame la vida” fue llevada al cine con gran éxito, visitó la Feria Internacional del Libro 2019, y conversó sobre su vida, cómo ha cambiado a través del tiempo y sobre cómo incentivar la lectura en las generaciones actuales.
A continuación, la entrevista realizada por la Oficina de Prensa y Comunicación del Ministerio de Cultura y Juventud;
¿Cómo describiría quién es Ángeles Mastretta hoy y qué ha cambiado de la joven Ángeles que empezó a escribir hace muchos años?
“Fíjate que de pronto pienso que soy igual, claro ahora me cuesta mucho trabajo subirme a las “peceras”, la verdad cada vez convivo menos con eso, prefiero caminar ya no soy buena para andar subiéndome entre empujones, pero soy igual de ávida, me sigue impresionando mucho el mundo, me fascina la gente y me van dando ganas de seguir viva para ver qué pasa, que yo creo que eso es esencial.
Voy a cumplir 70 años, ayer que me estaba viendo las manos me dije, -ay Dios mío esto de los 70 años está espantoso, se me está arrugando la piel- porque bueno con el tiempo te vas acostumbrando que tienes arrugas, pero cuando en las manos te encuentras un pellejo, me quedo quieta como pensando y dijo -yo por dentro me siento igual –.
Esta sensación de tener mariposas en el estómago, volvería a ser divertida y es algo que ya te pierdes evidentemente no te vas a volver una vieja “chirrisca”, ni tienes ningún interés en serlo, pero yo de repente digo -qué extraño que es esto -, por ejemplo, veo una película o leo un libro y quedo perfectamente identificada con un personaje que tiene 30 años y está enamorada.
Aquí me están viendo ustedes, sentada y me dicen doña Ángeles, que es una persona mayor que tiene que tener una suma de experiencias que la vuelvan distinta y en efecto, hay muchas cosas que me han vuelto distinta, pero las ganas de vivir las tengo idénticas”.
¿Qué le gusta hacer además de escribir?
“Si te dijera lo fácil; me gusta oír música y en las tardes bailo sola, pongo a Sabina y bailo sola lo cual es muy divertido, bailo los discos que oigo no importa, si pongo Tchaikovsky lo bailo, pero si pongo Sabina o Serrat doy brincos y hago barbaridades y eso es mi ejercicio porque ya la calle se ha vuelto muy complicada porque tienes que investigar si el aire está bueno o malo, en cambio en la casa puedes jugar y en el peor de los casos si te caes alguien te va a oír -ríe-.
También me gusta mucho el campo, me gusta ver los volcanes pues nací frente a ellos, y me pierde el mar, siempre consigo estar al menos una semana al año.
Y algo más, en mi tiempo libre escribo, en mi otro tiempo cuido a mis nietos que son otro paisaje y te dan permiso de volver a ser niña otra vez”.
¿Qué le ha parecido este intercambio con los autores/as emergentes que están en el festival?
“No me ha resultado sorprendente porque sabía que eso pasaba, pero como la anterior vez me rompí un brazo y no pude venir me lo habían contado y yo veo que es fantástico el montón de gente que hay aquí”
¿Coméntenos cómo se puede entender la realidad desde la ficción?
“Yo creo que uno escribe para contarse historias que le interesa oír y como a mí sí me importa que las oigan los demás las escribo tratando de que sea así. Entonces si yo sé quién era ella y quién era él en mi cabeza quiero luego contar su historia. Yo sí creo que la realidad está, sin duda, metida en la literatura, no creo eso que dice la gente que todo sale de ti.
Yo creo que la realidad no interrumpe la ficción, es parte de la ficción, cuando uno escribe ni siquiera se pregunta qué fue cierto y qué no, todo se vuelve cierto en el momento en que lo escribes.
Una anécdota; un día estaba sentada en la sala con cierta melancolía y pasa mi hija y me dice -qué te pasa estas extrañando a los Saudí- una familia sobre la que estaba escribiendo”.
¿Existe una mediación que permite que la ficción y la realidad se crucen e inclusive hacen que la línea desaparezca?
“Yo sí creo que desaparece, peligrosamente, además, y esa es la ventaja de ser escritor que no importa que desaparezca, es más es con lo que juegas, que desaparezca para que eso que no es realidad se vuelva otra cosa.
Por ejemplo, cuando escribí “Mujeres de ojos grandes”, lo hice pensando en las mujeres con las que crecí o las anteriores que no conocí y yo me imaginaba encontrarlas en un momento preciso de su vida en el que eran distintas o en el que la vida las cambiaba y esto por supuesto lo inventé.
Para qué invento todo esto, entre otras cosas para divertirme, para entretenerme, para estar contenta y para ver si provoco en los otros lo mismo. Yo no digo que yo escribo para mí, escribo para mí y para los demás”.
¿Conoce la literatura costarricense?
“Conozco muy poco. En esta feria me he propuesto leer con todo sesgo a los poetas y a las mujeres costarricenses. Fíjate qué error y al mismo tiempo que maravilla, qué error que no conozca bien a los escritores costarricenses y qué maravilla que dado que existe la FIL y dado que pude venir los voy a conocer, no por obligación sino por pasión.
Tú llegas a este país y dices- yo aquí no encuentro ninguna persona arisca – todo el mundo es encantador, pero no los que me conocen y saben que hago, el señor que me ayudó en el aeropuerto con las maletas, el que aparece en el hotel, todo el mundo es perfectamente cálido y si le cruzas dos palabras te cuenta su historia”.
¿Sobre cuál personaje le gustaría escribir y que aún no lo ha hecho?
“Pues tengo una mujer de 92 años de es mitad verdad y mitad cierta y acabará siendo 80% mentira y 20% cierta, pero tengo muchas ganas de escribir sobre cuatro mujeres a las que no conozco una es cantante o fue cantante y tiene 70 años y fue muy libre y muy desatada durante toda su vida, y una vieja de 92 años que está diciendo lo que les decía ahorita -todo el mundo cree que yo soy una vieja que voy a hacer conmigo si yo por dentro me siento muy joven-, luego una mujer de 50 años que es agricultora y vive en México pero solo va a la ciudad a vender lo que cultiva en Sonora y una niña de 25 años que se casó de una manera tradicional con su íntimo amigo y al poco tiempo dijo,- no si nosotros queremos seguir siendo amigos y lo que tenemos que hacer es no casarnos-, entonces se muda a vivir con su madrina que es la vieja de 92 años y vamos a ver qué pasa”.
¿Qué consejo les daría a los padres de familia para inculcar la lectura en los niños en un mundo donde los celulares, tabletas y computadoras son los que envuelven a las personas menores de edad?
“Fíjate que yo no le tengo miedo a las tabletas y las computadoras, yo creo que es cierto que el medio es el mensaje, pero la verdad es que puedes poner mensajes en cualquier medio, y como yo leo mucho en el iPad que para mí ha sido una maravilla, si quiero tal libro, lo compro, ahorita voy a comprar los costarricenses y cuando leo libro en el IPad, a veces los pongo en letra grande.
Yo creo que los niños van a hacer eso, no creo que por que les gusten las imágenes, no vayan a acudir a los libros. Yo creo que la capacidad de análisis va a existir siempre de quienes hacen ensayos o hablan de política y el modo de acercarse va a estar en el cine, televisión, en los celulares y también en los libros. Yo no creo que los libros vayan a desaparecer creo que son objetos bien amados que no van a desaparecer. Hay una cosa que voy a decir y sonará terrible siendo yo escritora, no todo el mundo tiene que ser lector, no creo que sea algo que hay que inculcar, es algo que hay que comunicar, que exista una feria por ejemplo sirve para que la gente vea los libros que existen pero no puedes decir, esto lo tienes que convertir en un hábito como lavarse los dientes, pues no es posible, no se lo puedes imponer, hay gente que es más lectora que otra. Yo creo que es mejor darles a los niños esbozos, espejos y entonces ellos ven eso y si van a hacer lectores, van a ir a los libros”.
Finamente se le pidió a la escritora que indicará que le ha parecido la realización de Centroamérica Cuenta en Costa Rica, que ha sido invitado de honor de la Feria del Libro que se realiza en el país todos los años; al respecto Mastretta manifestó que le pareció muy generoso por parte de Costa Rica abrirle las puertas a Centroamérica Cuenta y también muy inteligente por la capacidad de convocatoria que ambas actividades han logrado; “Me parece un gran complemento y los felicito por todo lo que están haciendo”, apuntó la escritora.
Fotos: 1 y 2 Entrevista realizada por la Oficina de Prensa y Comunicación. 3 y 4 Tomadas de la Feria Internacional de Libro. Conversatorio realizado por Centroamericana Cuenta.
Producción - Oficina de Prensa y Comunicación - MCJ / Consecutivo 170/ GGU / 17-05-2019