A nadie escapa que, en las últimas semanas, el Covid-19 ha dejado experiencias inéditas: algunas dolorosas relacionadas con desempleo y hospitales; otras, más anecdóticas, como celebraciones y reuniones por videoconferencia, clases en casa, calles vacías, playas cerradas con cinta amarilla y un largo etcétera que cada uno puede completar. Muchas de estas vivencias han quedado plasmadas en fotografías, videos, dibujos y diarios, solo por mencionar algunas posibilidades y así, casi sin darse cuenta, Costa Rica está construyendo su memoria documental alrededor de la pandemia.