Desde hace un año el templo parroquial herediano pasa por una intervención estructural que logró consolidar sus paredes laterales, torres, cerchas y contrafuertes, proceso mediante el cual nunca dejó de recibir feligreses. Simultáneamente, la estación del ferrocarril –con sus puertas cerradas y en franco deterioro-, cercó hace diez meses su perímetro y entró en la transformación que la devolverá a su uso original para la comodidad de miles de usuarios.
Estos dos proyectos de restauración; la Parroquia de La Inmaculada y estación del ferrocarril, forman parte de las intervenciones realizadas por el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud, en favor de la ciudadanía herediana